Recortes en sanidad o cómo sólo los ricos pueden enfermar

Una viñeta sobre la sanidad española

Una viñeta sobre la sanidad española

Hace poco hablaba sobre los recortes a nivel nacional, pero a nivel local tampoco nos libramos de que nos toquen las narices. De eso ya se encargan los presidentes de cada comunidad, en este caso Esperancita Aguirre dejó el legado a su sucesor, Ignacio González.

Sobre todo, algo que no entiendo es la implantación del copago, o repago, de la sanidad «pública» (entrecomillo porque, hasta donde yo entendía, lo público se paga a partir de impuestos). Pero tenemos el problema de que los que nos gobiernan, a los que por cierto, nadie ha votado, son muy amigos de privatizar cosas. ¡Que se lo repague el que pueda!

El profesor que me dio Opinión Pública en la facultad nos contaba que en Estados Unidos, si tienes que ir a un hospital, lo primero que te preguntan es si tienes seguro, para dejar que te mueras en la sala de espera si no puedes cubrir los gastos. En España todavía no hemos llegado a eso. Y digo «todavía» porque algo me dice que no tardaremos. Espero equivocarme.

De momento, a lo que hemos llegado es a que en algunas comunidades autónomas, como Castilla la Mancha, cierren las urgencias nocturnas de ciertos pueblos. También en Salamanca. Por suerte, las protestas ciudadanas han conseguido que en algunos pueblos, como Tembleque (Toledo) se lo replanteen. Y es que… ¿a quién se le ocurre ponerse enfermo a las 3 de la mañana? Si te da un infarto a esas horas, recorre 40 km hasta las siguientes urgencias. Si llegas a tiempo, allí te cuidarán. Por eso en algunos de estos pueblos se están dedicando a saturar las urgencias quince minutos antes de su cierre: es la única manera que tienen de asegurarse que no les matarán en el olvido.

Otro paso, esta vez implantado por el Ministerio de Sanidad, ha sido prohibir a los médicos que receten ciertos medicamentos «caros». Volvemos a lo de antes, ¡Que sólo se ponga enfermo el que se lo pueda permitir! O si no, volvamos a los orígenes, a la utilización de productos naturales para cuidar la salud. El problema radica en que, según para qué tipo de enfermedad, los productos naturales no son una solución.

Una viñeta sobre los recortes en sanidad

Una viñeta sobre los recortes en sanidad

Ahora también nos toca pagar los medicamentos que sí llevan receta según nuestro nivel de renta, o mejor dicho, según nuestra edad: los jubilados pagan un 10%, que les devolverán en un plazo de 6 meses (si es que pueden adelantarlo), los que estamos en edad de trabajar (aunque no nos dejen) pagamos un 40%, y los que tengan un nivel de ingresos alto, pagarán un 50% del medicamento. ¿Soy a la única a la que le parece que el porcentaje de los más ricos no es muy justo?

Dicen que todo esto de cobrar más altos los medicamentos lo hacen por todos los abusos que ha habido. Dicen que muchos compraban medicamentos con la cartilla de un jubilado para toda la familia para que se los cobraran más baratos. Pero como siempre, por cuatro que han defraudado, pagamos justos por pecadores.

Me cuenta una amiga que vive en Alemania que, en este sentido, allí no están mucho mejor: cada mes tienen que pagar entre 200 y 300 euros de sanidad, y los medicamentos se pagan enteros. Pero también el servicio es mucho mejor (no me quejo de los médicos en general, me quejo más bien de la falta de recursos, de las largas listas de espera, etc). Además, en general allí los sueldos son mucho más altos que los de España. Pero por otra parte considero que deberían tenerse en cuenta las necesidades de los desempleados, de los jubilados y de los inmigrantes (a los que han dejado sin tarjeta sanitaria, y a los que sólo atienden en casos muy graves. O al menos, eso imponen las leyes). Todos tenemos derecho a ponernos enfermos, y nos gustaría que no nos dejaran morir como ratas por no poder pagar. ¿Qué futuro nos espera?

Acerca de Ana GonzálezG

Periodista recién salida del horno: escribir sobre cualquier cosa es de las cosas que más me gustan.
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Una respuesta a Recortes en sanidad o cómo sólo los ricos pueden enfermar

  1. Curanderos… curandero forever. No tengo más que añadir.

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